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Esquemas de PrEP y prevención de VIH

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Desde 2022, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en Colombia tienen que darte PrEP si crees que estás en riesgo de adquirir VIH. Esto es gracias a la Resolución 2292 de 2021 del Ministerio de Salud de Colombia, que hizo de PrEP un derecho que puedes reclamar si lo necesitas. Y eso no es todo, ¡debe ser gratis o con un pequeño pago dependiendo de lo que ganes!

Pero PrEP (Profilaxis Pre-Exposición), no es solo tomar pastillas, también tienes derecho a un seguimiento y cuidado a cargo de tu EPS. El proceso para conseguir PrEP es sencillo. Comienza con una cita con tu médico de cabecera, donde debes expresar que deseas acceder a PrEP como una persona en riesgo. Si por alguna razón te dicen que no, recuerda que la Resolución 2292 de 2021 te respalda, y tu EPS debe ofrecerte este servicio.

Luego, tu médico de cabecera te enviará con otros especialistas, como internistas e infectólogos, quienes profundizarán en la información sobre PrEP y te autorizarán otros exámenes si son necesarios.

Finalmente, una vez que esté claro que eres elegible, te darán la orden para obtener el medicamento y los controles médicos. Al principio, estos seguimientos son mensuales y más adelante serán cada tres meses.

Acá un DISCLAIMER importante. LA PreP NO TE PROTEGE DE LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL. Es Indispensable seguir USANDO CONDÓN EN TODAS TUS RELACIONES SEXUALES ANALES O VAGINALES.

Ahora, si estás por iniciar tu tratamiento preventivo del VIH (PrEP), podrías encontrarte con un par de opciones de fármacos y no saber cuál te conviene. Aquí analizaremos los dos medicamentos más usados actualmente y sus riesgos y beneficios según tus condiciones de salud. Ojo, siempre teniendo en cuenta que PrEP solamente te protege de adquirir VIH, no así de otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), por eso, SIEMPRE es recomendado el uso correcto de condón en todas tus relaciones sexuales, aunque estés timando PrEP.  

Cuestión de química

El tenofovir es uno de los medicamentos más ampliamente utilizados para el tratamiento del VIH y la hepatitis B, y también está aprobado para PrEP. Hay dos formas disponibles de este medicamento: el más antiguo, tenofovir disoproxil fumarato (TDF), y el más nuevo, tenofovir alafenamida (TAF).

El TDF (contenido en Truvada®) y el TAF (contenido en Descovy®) son, en general, seguros, aunque tienen algunas diferencias importantes. Estas diferencias tienen implicaciones en la salud, ya que tenofovir puede afectar los riñones, los huesos, los niveles de lípidos en sangre y el peso. Por ello, es importante considerar estos aspectos al elegir la PrEP más adecuada para cada persona, teniendo en cuenta su perfil de salud y sus factores de riesgo.

De acuerdo con información de POZ, revista digital especializada en VIH, el TAF se absorbe más rápidamente que el TDF y produce niveles más altos del fármaco activo en las células. Esto significa que se puede administrar en dosis más pequeñas, lo que produce niveles más bajos del fármaco en la sangre y, por consecuencia, hay menos exposición para los riñones, los huesos y otros órganos.

Las investigaciones muestran que, en general, tanto TDF como TAF son seguros y bien tolerados. Los efectos secundarios más comunes son dolor de cabeza, náuseas y erupciones en la piel, y se presentan de forma leve a moderada. Los eventos adversos graves son raros. Sin embargo, algunos efectos secundarios merecen una atención más detallada.

Problemas renales y la PreP

El tenofovir se elimina del cuerpo a través de los riñones. El medicamento puede dañar estructuras diminutas conocidas como túbulos proximales, que se ocupan de la secreción de productos de desecho, la reabsorción de agua y el mantenimiento de una química sanguínea estable.

Con el tiempo, esto puede llevar una pérdida moderada de la función de los riñones. Algunas personas tienen alteraciones en las sustancias que indican la función renal después de comenzar a tomar TDF, no obstante, estos cambios suelen ser pequeños. Los niveles químicos con frecuencia se estabilizan dentro de varios meses después de comenzar con TDF, pero algunas personas continúan experimentando un deterioro gradual con el tiempo. Aun así, los estudios muestran que la pérdida importante de la función renal es poco común.

En contraste, hay poco o ningún cambio en los niveles químicos renales después de comenzar el tratamiento con TAF. Además, las personas que cambian de TDF a TAF suelen experimentar una mejora en la función renal.

No obstante, hay que destacar que las personas con problemas renales preexistentes no deben tomar formulaciones que contengan TDF, y muchos expertos recomiendan que quienes están en riesgo de problemas renales también eviten el TDF.

Problemas óseos y PrEP

La densidad mineral ósea (DMO) se evalúa principalmente mediante escáneres DEXA de la cadera y la columna vertebral. Ciertos niveles químicos (biomarcadores) medidos en la sangre también pueden indicar cambios en el proceso de producción y reabsorción ósea, conocido como recambio óseo.

Algunas personas experimentan una disminución en la densidad ósea poco después de comenzar con el TDF. Se cree que los cambios en los biomarcadores debidos al deterioro de la función renal son la causa principal de la pérdida ósea relacionada con el tenofovir, pero el medicamento también puede tener efectos directos en el recambio óseo.

Los cambios en la DMO y los biomarcadores óseos después de comenzar con TDF suelen ser pequeños (del 1% al 3%) y con frecuencia se estabilizan si las personas siguen tomando el medicamento. Se desconoce si estos cambios menores podrían llevar después a problemas como osteoporosis o fracturas.

También en este ámbito hay poco o ningún cambio en los escáneres DEXA o los biomarcadores óseos después de comenzar con TAF. Las personas que cambian de TDF a TAF suelen tener una mejora en los marcadores de la salud ósea.

Lípidos sanguíneos y aumento de peso

Con frecuencia, las personas que comienzan con TDF ven disminuciones en el colesterol total, el colesterol LDL dañino y los triglicéridos. Algunos estudios también han mostrado una ligera pérdida de peso. En contraste, comenzar con TAF provoca pocos o ningún cambio en los niveles de lípidos en la sangre.

Un creciente número de investigaciones muestra que comenzar el tratamiento antirretroviral más moderno está relacionado con el aumento de peso, y algunos estudios indican que los regímenes que contienen TAF son más propensos a causar aumento de peso que los que contienen TDF.

En resumen

TDF y TAF son igual de efectivos para el tratamiento del VIH y para la PrEP. A la vez, TDF tiene una ventaja sobre TAF en cuanto a los niveles de lípidos sanguíneos y el aumento de peso, y TAF puede ser una mejor opción para aquellos con riesgo de problemas renales u óseos, pero ambos son opciones seguras para la mayoría de las personas.

Y más importante aún, PrEP es solo una de las herramientas de la prevención combinada de VIH, nunca se debe de prescindir del uso del condón.  

Cualquiera que sea tu condición de salud, no olvides plantear todas tus dudas al personal médico antes de iniciar tu tratamiento de PrEP. Y si quieres más información sobre VIH y otras infecciones, acércate a AHF Colombia y conoce todos nuestros servicios.