El suicidio es un tema del que quizás no se habla mucho en nuestra sociedad. Sin embargo, en algún momento de nuestras vidas hemos tenido conocimiento de alguna o algunas personas que han manifestado deseos de morir. En particular el VIH es una condición de salud que está rodeada de mucho estigma y desinformación, lo que hace que las personas generen estados emocionales que en puntos críticos puedan desencadenar tentativas de suicidio. Es tan real como que sucede, pero es importante reconocer los signos para actuar y prestar asistencia para salvar una vida. La intención y amenaza suicida
Es común haber escuchado personas decir frases erróneas de tipo “el que se quiere matar, lo hace sin avisar” o “solamente lo hace para llamar la atención o para manipular”, entre muchas otras. Sin embargo, debes de tener que presente que estos son solo mitos que nos ha llevado a normalizar estas ideas o amenazas suicidas, Y en ocasiones restándole así importancia a una situación que se ha convertido en un grave problema de salud pública que cada vez se observa a edades más tempranas.
Pero antes que nada entendamos un poco más qué significan estos términos. Autores como Cañón y Carmona (2018), definen por un lado la Ideación Suicida como un:
«…conjunto de pensamientos asociados con el deseo de morir o atentar contra la propia vida, estos pueden ser estructurados o no estructurados, es decir, contar o no con una planificación. Por otro lado, la Amenaza Suicida es una expresión verbal o no verbal por parte de una persona dónde ha manifestado la posibilidad de llevar a cabo el suicidio a corto plazo».
El intento de suicidio está definido según Scott y Guo (2012), como:
“Aquel comportamiento autolesivo que está asociado con la intención de morir; sin embargo, como bien dice la expresión es un intento que, aunque se ejecuta no consigue el objetivo deseado; mientras que el suicidio, es aquella conducta autodestructiva, que tuvo como fin último alcanzar la muerte a través de un método determinado” (Baader et al., 2011);
Las señales de alerta sobre el suicidio que no debes pasar por alto
Si conoces a alguien o tú has presentado recientemente alguna de estas señales frente al suicidio, puedes seguir las siguientes recomendaciones para reducir riesgos:
- Identifica aquellos elementos en tu entorno que puedan resultar riesgosos y con los cuáles puedes o has pensado en hacerte daño. Luego trata de eliminarlos o reducirlos.
- Encuentra aquellos pensamientos, recuerdos o situaciones que suelen alterarse emocionalmente y ante los cuáles has presentado estas ideaciones; esto te ayudará a poner en marcha un plan de prevención.
- Describe y haz un listado de aquellas actividades en solitario que te han permitido distraerte en momentos de alta tensión emocional y ponlos en marcha (por ejemplo: ver televisión, hacer deporte, escuchar música, tomar una ducha, etc.)
- Identifica y haz un listado de aquellas actividades sociales que te han permitido distraerse en el pasado y ejecútalos. Haz esto si el punto anterior no redujo el malestar emocional (por ejemplo: salir a una cafetería, ir al cine, hacer alguna actividad en el parque, reunirte con un amigo, etc.)
- Revisa y haz un listado de amigos o familiares cercanos con sus respectivos números telefónicos y en los cuáles has encontrado un apoyo emocional y contáctanos si los anteriores dos puntos no redujeron el malestar que presentaban.
- Si a pesar de haber llevado a cabo los anteriores puntos, sigues presentando un alto nivel de malestar y percibes hay un peligro latente, buscar inmediatamente asistencia de un profesional o instituciones de salud mental; para ello, te compartimos a continuación un enlace en dónde puedes descargar los diferentes números de asistencia que nos comparte la página del Ministerio de Salud y Protección Social (s.f.):
Si, por otro lado, eres tú quién conoce a alguna persona de quién sospechas puede poner en peligro su propia vida. Es fundamental que la puedas escuchar pues podrías ser su única red de apoyo. No te prohíbas de preguntarle si ha presentado este tipo de pensamientos porque si bien puede resultar un tema en el que se conserva la idea que “preguntar sobre el suicidio, lo incita a hacerlo”, se ha comprobado que preguntar y hablar sobre el tema, reduce el riesgo de consumar el suicidio. Así mismo intervenir puede facilitar que se establezca un apoyo con otras personas. Así como lo puede ser el buscar ayuda profesional.
Autor: Herman Andrés Suárez Pineda
Psicólogo
AHF Colombia
Bibliografía
Baader M, T., Urra P, E., Millán A, R., & Yáñez M, L. (2011). Algunas consideraciones sobre el intento de suicidio y su enfrentamiento. Revista Médica Clínica Las Condes, 22(3), 303-309.
Cañón Buitrago, S. C., & Carmona Parra, J. A. (2018). Ideación y conductas suicidas en adolescentes y jóvenes. Rev Pediatr Aten Primaria, 20(8), 387-395.
Erdociaín Herrero, E., & Marzo Moles, M. (2022). Programa de autocuidados en centros educativos para prevenir el suicidio en adolescentes. Trabajo fin de grado, Universidad de Zaragoza. Obtenido de https://zaguan.unizar.es/record/112727/files/TAZ-TFG-2022-514.pdf?version=1
Ministerio de Protección y Salud Social. (s.f.). Prevención del suicidio. Recuperado el 6 de Septiembre de 2022, de https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/SMental/Paginas/suicidio.aspx
Scott, A., & Guo, B. (2012). For which strategies of suicide prevention is there evidence of effectiveness. Copenhagen: World Health Organization.