La prueba rápida de VIH: Un paso clave de autocuidado

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¿Cuándo fue la última vez que te realizaste la prueba de VIH? ¿Alguna vez te la has realizado?

La prueba rápida de VIH es una herramienta fundamental para el autocuidado, el amor propio y, por qué no decirlo, la salud pública. A pesar de su importancia, aún existen muchos mitos y desinformación sobre su utilidad. En este artículo, hablaremos de las dudas más comunes sobre esta prueba.

Empecemos por uno de los errores más frecuentes que es pensar que basta con hacerse la prueba una sola vez. Si una persona tiene relaciones sexuales sin protección o comparte agujas, puede estar expuesta al VIH después de su última prueba. Además, luego de una posible exposición al VIH, existe un lapso en el que el virus puede no ser detectado, lo que se denomina periodo de ventana. Su extensión dependerá del tipo de prueba de VIH que te realices. Hacerse pruebas periódicamente, es una forma de detectar a tiempo el VIH y acceder al tratamiento adecuado en caso de un resultado positivo. Es recomendable realizarse la prueba de manera regular, especialmente si te expones en reiteradas ocasiones al VIH.

¿Es dolorosa o invasiva la prueba rápida de VIH?

No. Las pruebas rápidas están diseñadas para ser fáciles y mínimamente invasivas. En la mayoría de los casos, solo se requiere un pequeño pinchazo en el dedo para obtener una gota de sangre, lo que puede causar una leve molestia.

¿Es necesario hacerse la prueba si no se tienen síntomas?

Sí. Muchas personas creen que solo deben hacerse la prueba si presentan síntomas visibles. Sin embargo:

  • El VIH puede no causar síntomas por muchos años.
  • Los síntomas iniciales pueden ser leves y confundirse con una gripe.
  • No presentar síntomas no significa que no se tenga el virus.

Por ello, lo más recomendable es realizarse la prueba de manera regular, sin esperar a sentirse enfermo.

La prueba rápida como acto de autocuidado y amor propio

Conocer el estado serológico es una acción de autocuidado, de autodeterminación que permite tomar decisiones informadas sobre el estado de salud. Además, es mejor tomar decisiones conocimiento; una persona negativa puede tomar las medidas de prevención necesarias para no infectarse, por otra parte, si es positiva le permite acceder a tratamiento de inmediato.

¿Cómo normalizar la prueba de VIH en nuestra rutina de salud?

Para que la prueba sea un hábito común, es recomendable:

  • Incluirla en los chequeos médicos regulares.
  • Acudir a centros de salud que ofrecen la prueba gratuita y sin cita previa.
  • Programar recordatorios para realizarla al menos una vez al año o según tu exposición.

Detectar el VIH a tiempo permite acceder rápidamente al tratamiento antirretroviral, lo que mejora la salud, previene complicaciones y reduce la posibilidad de transmisión del virus.

¿Cómo se realiza la prueba y cuánto tiempo toma?

Primero, debes saber que realizamos pruebas de tercera generación. Es decir, son concluyentes a los 90 días (3 meses) de tu última exposición al VIH. La prueba rápida generalmente se realiza con una pequeña punción en el dedo para obtener una gota de sangre. El resultado está disponible entre 15 y 30 minutos. Las pruebas rápidas tienen una sensibilidad y especificidad superior al 99%, lo que las hace altamente confiables.

¿Qué hacer después de la prueba?

Si el resultado es negativo:

  • Mantener prácticas de prevención tales como el uso consistente del condón, la PrEP (profilaxis postexposición), evitar compartir agujas en el caso de personas que se inyectan drogas, entre otras.
  • Realizarse pruebas periódicamente, según tu nivel de exposición al VIH.

Si el resultado es positivo:

  • Vincularse al servicio de atención a la mayor brevedad posible.
  • Iniciar tratamiento con antirretrovirales.
  • Buscar apoyo emocional y psicológico, si se requiere.
  • Tomar medidas de prevención para evitar la transmisión del virus y para evitar complicaciones derivados de la infección por VIH.

¿Es confidencial el proceso de la prueba rápida?

Sí. La información del paciente y los resultados son privados y solo se comparten con la persona que se realiza la prueba, salvo que esta decida lo contrario.

Hacerse la prueba rápida de VIH es un acto de amor propio, prevención y autocuidado. La información es poder, y conocer nuestro estado serológico nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestra salud y bienestar.  Recuerda que puedes agendar tu cita directamente en nuestra web.

Sí. La información del paciente y los resultados son privados y solo se comparten con la persona que se realiza la prueba, salvo que esta decida lo contrario.