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¿Cuidador quemado?: Cuidar de Quienes Nos Cuidan

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Sheila

La persona que acompaña a personas mayores, enfermas o que sufren una incapacidad transitoria, como son las complicaciones de VIH o el sida, es de suma importancia en la evolución favorable y calidad de vida de quien recibe esos cuidados. Pero cuidar de las y los cuidadores también es muy importante para evitar el llamado Síndrome del Cuidador Quemado.

Los cuidadores y cuidadoras pueden ser profesionales y familiares. El cuidador(a) Profesional es aquel que es contratado por una entidad domiciliaria o de manera particular, cuenta con conocimientos específicos adquiridos durante una preparación académica, profesional o técnica, mientras que el cuidador familiar es aquel que tiene una relación cercana con la persona a cuidar, puede tratarse de un familiar de la primera línea de consanguinidad (padre, madre, hermano, hijo), pareja o un amigo, generalmente no tiene un horario específico de atención y no recibe remuneración económica por su labor, este cuidador familiar puedo o no tener los conocimientos necesarios para el cuidado de su familiar.

Funciones de los Cuidadores y Cuidadoras

De acuerdo a las necesidades que tenga el paciente o usuario, pueden existir funciones sencillas o más complejas para el cuidador, entre ellas se encuentran:

  • Apoyo en la alimentación.
  • Apoyo para la higiene personal y vestimenta.
  • Apoyo para la administración y toma de medicamentos indicados por el médico tratante y / o especialista.
  • Apoyo para las terapias recomendadas por el médico tratante y/o especialista.
  • Apoyo o acompañamiento a las citas y controles médicos, exámenes, laboratorios.
  • Apoyo para el desplazamiento dentro del hogar.
  • Apoyo y guía para el manejo adecuado del tiempo libre. (Lectura, música, pintura, paseos, entre otros)
  • Control y seguimiento de signos vitales (Tensión arterial, temperatura, respiración, frecuencia cardíaca, entre los indicados por el equipo de salud tratante)

Síndrome del ‘cuidador quemado’

Los cuidadores y cuidadoras son personas que se caracterizan por su amabilidad, paciencia, empatía y en su día a día pueden desarrollar una variedad de actividades agradables y otras no tanto. Los cuidadores profesionales y familiares pueden verse sobrecargados en sus tareas, ya sea por jornadas largas, sin descansos, pacientes o usuario con múltiples necesidades, no remuneración o falta de apoyo en el desarrollo de sus funciones. Lo anterior puede conllevar a lo que se conoce como “CUIDADOR QUEMADO y se refiere a la presencia de síntomas como frustraciones, irritabilidad, estrés, depresión, insomnios, aislamiento, agotamiento, pérdida de memoria, falta de concentración, falta de apetito, ansiedad, entre otros, que pueden afectar la salud física y mental del cuidador(a).

El Síndrome del Cuidado Quemado explicado. Fuente: Care Channel en Español

Es importante recordar que si cuido de mí puedo cuidar a los demás, ante esta frase se debe generar espacios que permitan a los cuidadores y cuidadoras a regalarse un tiempo para sí mismos/as realizando actividades como:

  • Pausas activas durante sus jornadas de atención.
  • Mantener contacto con amigos y familiares a través de una llamada, una salida, una visita.
  • Establecer hábitos saludables como una buena alimentación, actividad física, descansar, dormir bien.
  • Aprovechar positivamente el tiempo libre. (actividades de ocio favoritas)
  • Solicitar ayuda para la atención del paciente o usuario con otros familiares, amigos o colegas.

– Establecer límites: no realizar aquellas que el paciente o usuario puede hacer por sí mismo, aprovechar e incentivar la independencia de algunos cuidados que se encuentran dentro de las posibilidades físicas y mentales de la persona a cuidar.

¡El valor de las personas cuidadoras es muy grande, la salud física y mental de ellos y ellas debe protegerse para que no se conviertan en otro paciente!

Si conoces a alguna persona que necesite tratamiento o cuidados relacionados con complicaciones de VIH o sida, puedes contactarnos en Colombia o bien a través de las sedes de AHF en 12 países de América Latina y El Caribe, incluso en Estados Unidos. Si buscas servicios de VIH o tratamiento en Estados Unidos, envíanos un email a [email protected]

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